jueves, 24 de septiembre de 2015

Algún día ser la María de alguien.

Many thanks to everyone for your thoughts, memories and emotion. I have been reading your comments and drawing great comfort from your expressions of love and appreciation for this amazing person I have been privileged to share 15 happy years with, and two great children.
Maria, I have loved you from the moment I met you. You are the most genuine person I have ever known. You are without guile. I felt like I could see straight into your very heart and soul the first time I saw you. You have always said what you mean and meant what you said. You were always so passionate about everything you did, living life to the full.
I proposed to you after only three weeks, and I am truly happy you chose to share your life with me. It has been an amazing journey together. You have been my strength and my rock. Thank you for being my best friend, my soul mate.
Thank you for all the laughter and the fun. This is still with us and the humour softens the pain. As Clara said after the tears had dried, "oh no this means Dad will be cooking", to which Nico replied, "and he burns ice cream"!
we miss you terribly. I miss you. We have experienced waves of deep emotion and a sense of loss, but we somehow seem to quickly rise above it. I am comforted by the faith we shared in Christ and our belief that death is not the end. I am filled with hope that I will be with you again, and that the covenants we made in the Temple, and the way we lived our lives together, will seal our marriage and family together for all eternity. I feel your presence with me, your continued love and concern for our dear children. My hugs will be your hugs, my kisses your kisses, my hands your helping hands.
Maria, Te amo. Mi corazón es tuyo para siempre. 
Ben

domingo, 20 de septiembre de 2015

26/05/2015. Testamento y testimonio.


Aquí me tienes,
te tienes,
estás lejos.
Lejos de donde pueda alcanzarte.
Qué lento hemos llegado
y qué rápido.

Qué intriga saberte,
qué poco te conocí,
pero dios...
vaya que dejaste huella.

No mentían cuando hablaban de ti,
aún ayer Dany me decía,
"Regresó Saro, ¡muero por abrazarlo!"
y sí,
yo también.

Entre tus bromas me achicaba
sabiéndome tan ellas ciertas en mí

¿Qué rayos tienes?

Me llegaste a alborotar las alas
sin siquiera conocer el nido entre tus brazos
Me hacías levantar vuelo,
ver las cosas desde otro ángulo
Tu ángulo
Los huesos de tus caderas
Tu voz de caricatura

Qué terquedad la tuya
No me dejabas dramatizar
Te adueñabas del contraste de mis días

Hace cuánto,
presiento nunca en mi cacho de vida
esta vida desequilibrada,
había experimentado esta mezcla
No me servían los métodos para sorprenderte
¿Por qué actuabas así?
Protegiéndome, haciéndome débil
me intriga el saber si eso fue con otras intenciones
si buscabas algo más,
o era sólo tu instinto protector a flote.
Me destrozabas las barreras
y mis intentos para dejarte anonadado,
o al menos una cucharada de intriga
era evadidos,
y me hacían titubear,

si habían funcionado sin falla antes,
¿qué pasaba ahora?

"No te voy a dejar caer"
qué palabras,
pero qué sentido les diste,

me sentía tan segura a la vez,
en cinco días, llegaste,
y dejaste huella,
más profunda que otras personas.
Sabía que lo nuestro no sería,
al menos no en tan poco tiempo,
pero aún hay cajones que quiero que conozcas.

Escuchaba hablar de ti
y, cómo olvidarlo,
un día me propuse hacerte regresar,
y el viernes lo recordé
¡lo logré! ¿puedes creerlo?
yo no,

No creo en la casualidad,
esto es causalidad,
llegadas y partidas,
razones indistinfas y aleatorias,
lo que importa es lo que creas
a partir de la materia prima
y yo quería hacernos.
 Nos vi.

Por supuesto respetaba tu relación,
pero  también me enseñaron a luchar
y a dejarme llevar, por aquello que,
aún cuando me pusiese el cuerno con Erandym
me moviera,

y lo hiciste...
Llegaste a revolverme el cajón de los calcetines,
qué increíble.
Hazlo.
Aviéntate y desátate.
Que si tú lo hiciste conmigo,
si lo olvidas,
llegará quien te lo provoque.

Gracias Saro.
Gracias por llegar,
estar y alborotar.

Me voy
¿o me fui?
pero feliz.
Rebosante de felicidad,
no quepo en mí,
y la duda de que si yo,
provoqué al menos un cuarto de lo
que tú, en ti,
te la dejo.
Para que la conserves, donde sea;
que yo me voy con la maleta
y el corazón,
llenos hasta las esquinas,
de aquello que dicen "vivir".

Gracias por la espuma.

Y te confieso,
que si hubiese regresado,
hubiera buscado el mar contigo.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

Revoltijo.


Experta en poner curitas.
Doctorado en
Cantante en noches de nostalgia.
Mezcladora de sabores.
Compartidora de lágrimas.


Hubo tantas cosas en las que nunca coincidimos.
Movimientos torpes.
Conversaciones abandonadas.
Gustos opuestos.
Costumbres distantes.
Palabras ausentes.
No sé si te dio igual, o sólo eres así de seco.



Que ya como lentejas
pero dejé el queso.
Que sigo amando el aguacate,
y lo frecuento más que a mis abuelos.
Que ya me desato más
y aventuro seguido.
Que me salieron nuevas alas,
pero quiero recorrer el mundo a pie.

Que sigo manejando,
pero ya solté un poco el control de mi vida.
Que sigo amando la salsa,
pero el folklor también me pica la vida.



Ya sabía yo que no debía.
Las personas cuerdas no lo hacen.
¿Quién se enamora de otra persona que vive en un país distinto?

Me enamoré de ti,
Como loca.


Ni siquiera recuerdo cuándo te conocí.

Cuando hice que metieras tus manos en mi sudadera, porque ese suéter azul con verde te quedaba de niño chiquito.
El día que bailamos MocRock, o como se llame, debíamos elegir a alguien para verlo durante toda la canción, y te elegí a ti.
Cuando bailamos los internacionales, te busqué con la mirada y te descubrí llegando después, sin haber visto el baile.
Te enseñé el columpio, y al día siguiente, ya tenía un mensaje tuyo de que estabas justo junto a él, en tu hamaca.
Cuando me hiciste sentir tan incómoda en tu casa, me sentía tan fuera de lugar y tú, viendo la tele. Ni siquiera reparaste en cómo me sentía.
Tu cara cuando me ponía a ayudarte en la fiesta de tu casa, no me dejabas ayudar, te aborrecí.
Cuando durante la fiesta, te acercabas a mí de manera que rompías ese inmenso espacio entre nosotros. Pero estabas borracho, claro.
Antes de irme a acostar, me propusiste que durmiera contigo, hacías un relajo y decidí plantarte un beso en la mejilla y subir a dormir al cuarto de tu hermana.
Cuando fuiste a acurrucarte conmigo en la cama de tu hermana, no te sentí, estaba muy cansada, pero estamos casi seguros de que sí fuiste.
Esa misma mañana, con sólo despertarme ligeramente e irte a sentar a una silla lejos de la cama. Después te hablé, te hice que te recostaras ahí frente a mí, y me regresaste el beso que te di la noche anterior.
Cuando cantaste "Lady Percy", con tanta naturalidad, tan tú. Me fascinaba verte de reojo mientras manejabas.
Yo asomada por la ventana, medio cuerpo fuera y viéndote por el quemacocos, todo espantado.
Cuando me llevaste a Rabbit Hash, ahí sí para que veas, no me divertí ni tantito.
La manera tan sutil en que tomaste mi mano después de haber cambiado la canción.
Nuestro primer beso en el lago, eres pésimo escogiendo spots.
La hamaca, en el túnel de árboles, ese día me desaté de cadenas que yo misma me había puesto durante tanto tiempo.
Viéndote cruzar el dinning hall, con un aguacate en la mano, para mí. Compartir aguacates.
Todos esos jueves, que me sentía tan incómoda durante la fiesta, pensando que estabas enojado o algo por el estilo. No recuerdo ninguna en la que hayamos estado bien.
Cuando pasó lo de Malaki, que no me dejabas ayudar. No lo hacía por ti, y mucho menos por recibir un reconocimiento, sabías perfectamente que algo había entre ese pequeño y yo, y no me dejaste ser yo misma. Lo quitaban de mi alcance y tú te la vivías con Trush.
Tu sonrisa mientras estabas sentado en la silla giratoria, en casa de Jackie.
Cuando me hiciste meterme a la alberca en casa de Jackie y te saliste para bromear con la que estaba traumada contigo desde hacía años. Qué celos e impotencia.
Los besos en la cara que me dabas mientras estábamos en la alfombra, mi sonrisa casi estallaba. Y pensar que unas horas antes me habías hecho sentir la más estúpida.
Tus "stop taking advantage of me", casi explotaba de felicidad.
El respeto que me tuviste esa noche, que aún estando borracho, aceptaste mis decisiones sin juzgar ni intentar ir más allá.
Las canciones que me recordaban a ti y que así se van a quedar, en tu recuerdo;
Espacio Sideral (te la dediqué desde la primera semana, la temática era de superhéroes, y tú me debilitabas más de la cuenta), Shut up and dance with me (te la dedicaba cada fiesta de los jueves en el BlackTop, nunca lo notaste), Lady Percy (la descargué después de escucharla, aún me sigue doliendo).
La noche que perdiste mis audífonos, ese día me sorprendió lo poco que te importó el que los otros nos vieran, te sentaste frente a mí, y te acostaste, yo atrás, rodeándote con los brazos. ¿Cómo dos personas pueden caber en un sillón tan pequeño como los de Lakeview?
Cuando fuiste a embonar conmigo, en el sillón, en Lakeview, cuando estaba "campsick", mi barbilla en tu hombro,tu antebrazo recargado en mi pierna izquierda, yo sentada de chinito, nos unimos, encajamos, nos sentí uno.
Cuando me llevaste al autolavado, pero ¿por qué llevaste a Alice? Sí, también me encelaba de ella, corazón.
La canción de "Leaving on a Jetplane", sé que la cantan mucho en el camp, pero es mi canción hacia ti. Me duele tanto tanto...
Cuando te dije que mi madre estaría ahí, que si querías conocerla, y huíste. ¿Pensabas que nos íbamos a casar? Qué exagerado. Era algo especial para mí, quería que mi mamá conociera al culpable de uno de los mejores veranos de mi vida.
Tus "Sí", "Buenas noches" y tus "Idiot", se anidaron en mis oídos con tu voz. Me fascinaba ver tu cara cuando te decía algo en español.
Cuando fui a quedarme a tu casa, una wildcard, tu padre estaba ahí y creo tus hermanos también, me bañé y me fui a cambiar a tu recámara, en el mismo papelito que yo te había escrito "Confía en mí, yo tampoco sé lo que hago· decía: "Come down stairs -B."
Esa noche, tú cantando a la luz de las velas en tu casa. Te grabé, y ni loca te voy a pasar el audio.
Todos esos jueves en los que nunca fuimos a bailar salsa. Me hubiese encantado. Era de las pocas cosas que te pedía, y nunca sucedió.
Cuando me dijiste sobre la canción "Pretty girl at the airport", te imaginé dedicándomela.
La hamaca en casa de Beau, cómo me hiciste enojar ese día. Tan seco, torpe e impulsivo.
En las últimas semanas, un día que fuimos a guardar algo al estante que estaba por el estacionamiento de Lakeview y cerraste la puerta. No comenzamos a besar y ahí lo noté. Yo te había tomado cariño y tú, sólo me habías tomado por deprisa. No estábamos igual.
Nuestra última Wildcard juntos. Cuando pasó lo de tu ojo, estaba tan preocupada por ti. Qué distante ya te sentía, o tal vez qué encariñada ya estaba yo. Fue tan incómodo, los dos solos en tu casa, y tú durmiéndote en el sótano.
Al día siguiente que yo manejé, estaba tan nerviosa y me hubiese encantado que bromearas más, que me aligeraras el ambiente tan tenso.
Lo poco que me apoyaste ese último viernes... Me sentía tan mal, y tú ni lo notabas. Cómo te necesitaba esa noche, eras con quien más me había encariñado. Aún cuando te dije lo de mi abuelo, seguiste embadurnado de tu distancia.
Cuando te pregunté si me llevarías al aeropuerto. No fue mi culpa ni mi idea del cambio de horario ni de boleto, simplemente tenía que pasar, y no me llevaste.
El beso que me diste en la frente cuando nos despedimos de madrugada, afuera de la cabina D.
Cómo me dolió dejarte, pero te dejé conmigo, un pedacito de mi nueva yo.

"Yo a ese hombre le agradezco más que un verano diferente. Aunque no lo percibió, y quizás nunca lo sepa tampoco, ese hombre me cambió.
Me hizo desatar cadenas que yo misma había atado, encontró llaves de candados y túneles que no se habían explorado.
Me provocó abrir puertas en mi vida, que, aún cuando no entró a explorarlas todas conmigo, las dejó listas para ser conocidas.
Y aún cuando se piense que fuí tan desmedida y esmerada con mis sentimientos a él, puedo decir en mi defensa,
que yo a ese hombre le ofrecí mi cariño sincero, queriendo agradecerle con él que me hubiese llevado de visita a la parte de mí misma que nunca había conocido."

Gracias, Bryce Lackey.
Verano de 2015.