Ese hombre tenía casi todo lo que yo buscaba en alguien. 
Tenía ojos profundos, manos grandes y lisas, sonrisa que emboba, sabía conquistar, jugaba fútbol como nadie y bailaba salsa de una manera que te dan ganas de quedarte adherida a su cuerpo por siempre. 
Pero no tenía algo: amor para mí. 
P.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario